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¿Y si soy vulnerable?
Uno de mis aprendizajes favoritos en estos últimos años fue encontrarme con la vulnerabilidad, con esa parte mía que había estado tanto tiempo sin conocerla, temiendo que se presente así, de repente, sin saber que hacer… un cierto recelo a dejar salir ese lado “débil” que no parecía estar muy acorde a una “mujer superpoderosa” como yo me creía hasta ese momento.

 

Con los años aprendí que ser vulnerable es otra cosa, no se trata de debilidad, de flaqueza, ni de incapacidad, tiene que ver con dejar expuestas nuestras imperfecciones, aceptarlas y abrazarnos desde ese lugar de humildad y compasión.

 

Siento que no puedo hablar de vulnerabilidad sin referirme a Brene Brown, ella como buena experta en el tema,  nos  enseña en su charla TED “El poder de la vulnerabilidad” de qué estamos hablando realmente:

 

“La vulnerabilidad se trata de aparecer y ser visto. Es difícil hacerlo cuando estamos aterrados por lo que la gente pueda ver o pensar. Pasé muchos años intentando superar a la vulnerabilidad haciendo que las cosas fueran seguras y definidas, en blanco y negro, buenas y malas. Mi incapacidad para apoyarme en la incomodidad de la vulnerabilidad limitó la plenitud de aquellas experiencias importantes que están llenas de incertidumbre: amor, pertenencia, confianza, alegría y creatividad, por nombrar algunas”.

Ilustración Agus Minuto

Yo me pregunto, ¿Cuántas veces buscamos ponerle una categoría, una definición, un rótulo a “lo que es” para sentirnos seguras, definidas o confiadas?. Pareciera que en el fondo llamar a las cosas “por su nombre” nos aleja del “no se” al que tanto le tememos.  Por mi parte, tuve que amigarme con ese “no se”, con poder admitir que “no tengo esa respuesta” para poder abrirme a instancias de aprendizajes distintas, muchas veces representadas por experiencias dolorosas,  porque ser vulnerable es también estar en contacto con ese dolor, con eso que te llega profundo, con ese mundo emocional que tanto reprimimos para no sentirlo.

 

Y es que acaso ¿será como dice Brené Brown, que para vivir el amor, la confianza o la creatividad, debemos experimentar la incertidumbre, la incomodidad, la vulnerabilidad? ¿Y si fueran las diferentes partes de un todo?. Volvemos a la idea del circulo de la vida y todas las partes que nos constituyen.

 

Pero entonces … ¿por qué luchamos contra nuestra propia vulnerabilidad?.

 

Brené Brown nos da la respuesta: “Nos da miedo ser vulnerables, no queremos ser heridos por ello no la queremos aceptar en nuestra vida. Querer tener siempre la razón, creer que mi vida está siempre perfectamente controlada, que no tengo la culpa de nada, que tengo la certeza y respuesta para todo siempre, culpar a los demás, todo eso son formas de evadir el dolor y la incomodidad”.

 

Así resulta que cuando insensibilizamos emociones como la vulnerabilidad para evitar conectarnos con ese dolor, también insensibilizamos otras emociones como la gratitud o la felicidad, y esto hace que nos sintamos con esa sensación de vacío, de que nos falta algo todo el tiempo.

 

Entonces en esta construcción de transitar aprendizajes juntas, quería proponerte para este mes de Mayo que tomemos la idea que nos propone la autora y nos animemos a ser vulnerables, a ser vistas, pero sobre todo a vernos, a mirarnos, a detener nuestra mirada en quien somos, quien queremos ser, quien estamos siendo en este momento.

 

Y para cerrar, como nos dice Brené Brown:

 

“ ¿Cómo pueden quererte si no pueden verte?.

Dejemos que los demás nos vean, que nos vean profundamente, que seamos vulnerablemente vistos.”

Por Lilu Ibañez